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lunes, 2 de diciembre de 2013

Esperanza.

A veces, tan sólo algunas veces cuando el silencio es el mayor ruido, cuando la única compañía es la soledad misma y cuando abundan esos ratos de incertidumbre, busco encontrarte: En el viento, en la luz que entra por la ventana, en esos pequeños espacios donde me reconforto...
Y te necesito, no sé si sabes cuánto, pero te necesito. Y tanto que hasta a veces pienso que la necesidad es el mayor signo de esperanza. Saber que quizás, en algún lugar, me enviarás un mensaje, una señal, algo que me mantenga con fuerzas para no necesitar encontrarte. Algo que me dé motivos de sobra para entenderlo todo y no implorar señales.  
Pero eso quiero, busco encontrarte y tenerte. Busco verte y cambiar el destino que nos separó por tanto tiempo. Quiero alcanzar al tiempo, ir hasta la última vez que te vi, y ahí detenerlo por siempre. Quiero subirme al primer tren que me lleve hasta donde estás. Quiero hacer hasta lo imposible por vencer todo lo que haya por vencer y ganar todo lo que la vida me hizo perder.
En esos momentos de desesperanza te pienso, te pienso con la mayor energía. Te pienso cerca y lejos. Cierro los ojos y trato de recordar palabras, momentos, gestos. Deseo que aparezcas, pero sólo veo lo que está a mi alrededor. Sólo siento frío y ganas de llorar. Sólo siento debilidad ante la vida, ante las situaciones, ante la gente indiferente que no entiende o no quiere entender.
Y te veo venir, te vas acercando. Guardo el miedo en un cajón y trato de no escapar, de no irme de ese momento. Y yo me quedo parada, viendo como te acercas. Te acercas tanto, que se me nubla la vista, no veo tu cara. Trato de caminar hacia donde estás, pero cada vez es más dificil. Mis pasos pierden firmeza y siento que me caigo. No veo nada, pero ya no te siento cerca. Lo único que veo es que se alumbra tu mano mientras se aleja de la mía que estaba extendida para agarrar la tuya... Mi mano queda sola en el aire, ya no puedo ver nada, es todo oscuridad.Y me veo otra vez sola. ¿Por qué te fuiste si prometiste estar siempre? ¿Por qué ya no puedo verte ni sentirte? Y ahi caigo de nuevo, siento sólo vacío y un frío que recorre mi cuerpo. 
Y cuando de nuevo caigo, es cuando vuelvo a sentir esa necesidad, esa gran impotencia de no poder hacer nada ya. De querer traerte a mi lado y que cada intento por desearlo, falle en una gran desepción por saber que jamás volveré a verte. Que jamás la niebla me permitirá ver tu cara, que jamás los ruidos que me vuelven sorda me dejarán escuchar tu voz. Todo intento es en vano y siento que nada tiene sentido pero luego... luego todo empieza de nuevo.
Cuando el silencio es el mayor ruido, cuando la única compañía es la soledad y cuando abundan esos ratos de incertidumbre, busco encontrarte. Y apareces como el sol para avisar que llegó otro día. Apareces como una sonrisa justo después de que cae la última lágrima. Apareces como la primavera para avisar que el invierno pasó, que puedo abrir los ojos y olvidarme del frío que sentí, de todas las tristezas, de todos los males. Vuelves para hacerme sentir de nuevo. Vuelves pero no para quedarte, sino para darme la esperanza de que la próxima vez si te quedarás.

martes, 22 de octubre de 2013

Ignorancia.

No me gusta lo que pasa a mi alrededor. Pero ¿qué se puede hacer para cambiarlo? Es duro cuando vemos a personas que sufren por algo. Personas sin salud, sin un lugar para vivir, sin tener los mismos derechos que nosotros... Y están ahí, y mirarlos nos molesta porque nos sentimos inútiles, sentimos que no podemos hacer nada al respecto para ayudarlos. Es todo tan difícil cuando se trata de la realidad.
Más allá de todo esto, tenemos que pensar que sólo conocemos una realidad, una parte de la absoluta. No sabemos cuántas cosas más, cuántas realidades peores o mejores hay.
¿Qué pasaría si tomaramos un fragmento de la realidad en la que vivimos? ¿Son más los que viven bien que los que viven mal? ¿Qué es vivir bien y qué es vivir mal? ¿Quién vive mejor: una persona multimillonaria, que jamás conoció el amor o una persona sin hogar, que conoce perfectamente lo que es sufrir a diario por que quiere algo mejor para sus hijos? ¿Cuál es el peor sufrimiento? Si todos sufrimos ¿quién dice qué es más y quién dice que es menos? Tantos interrogantes y tan pocas
certezas...
Cuando nos afecta algo, queremos que alguien lo note, que alguien venga y nos tienda la mano. Que alguien escuche lo que tenemos para decir, que alguien escuche nuestro grito interior. Que alguien se preocupe por lo que nos pasa y con su ayuda poder sentirnos mejor. Todos en el fondo queremos eso, ayuda. Pero cuando nos toca ayudar a nosotros, cuando vemos a alguien mal quizás es más fácil ignorarlos, no esforzarnos por ver si podemos solucionar algo, sólo importa lo que nosotros sentimos...
Es fácil echar culpas al viento  y que caigan en alguien. Es fácil mirar para otro lado. Es demasiado simple ignorar. Y ese es nuestro gran problema, elegir el camino fácil, pensar que esta
mos solos, que sólo nos importe lo que pase con nosotros mismos. A veces hay que mirar al de al lado, y tratar de estar en sus zapatos; tratar de ponernos en su lugar o por lo menos intentar entender su camino recorrido, lo que tuvo que pasar para llegar a donde está.
Si sólo entendieramos, que mientras todos dicen: "¿Para qué? Si nadie lo hace" Hay una sola persona que quiere intentar cambiar algo, lo que sea: una gran ayuda salvando la vida de una persona o simplemente tirar un envoltorio de un caramelo en un cesto de basura pensando en no seguir contaminando la tierra. Nadie entiende el mal que hace si pone su voluntad en la mayoría, si no piensa que una minoría está cansada de vivir ignorando, que está decidida en ayudar, en que por lo menos pueda terminar con un solo sufrimiento, y por supuesto, el peor: La ignorancia.

lunes, 7 de octubre de 2013

¿El amor dura para siempre?

Creo que cuando uno encuentra el amor, encuentra la parte que nunca conoció de sí mismo. Cuando uno encuentra realmente a la persona que lo hace feliz de todas las maneras posibles, es cuando más tranquilidad encuentra consigo mismo. Cuando una persona se enamora, todos sus miedos se van... Todos menos uno.
El miedo de perder a la persona que tanto queremos a nuestro lado. Ese miedo de realmente el amor no dure para siempre, que todo de alguna forma u otra termine. Es duro imaginarnos la vida sin la persona que amamos. Es difícil imaginarnos siguiendo nuestras vidas normalmente sin su presencia... 
Hay personas que hacen lo posible por alejarse totalmente de los problemas que puedan terminar con su relación, tanto que hasta dejan que los lastimen, dejan que las cosas simplemente pasen, esas cosas que normalmente arruinarían una relación, pero lo hacen simplemente porque no quieren perder a esa persona, porque sienten un amor inmenso, y por supuesto, la idea fija de que la otra persona va a cambiar, se va a dar cuenta de sus errores, y todo va a volver a estar bien. Y francamente, pensar eso es un gran problema. Nadie que nos ama nos lastimaría. Creo, también, como un pensamiento propio, que ninguna persona deja de ser como es. Si una persona comete un error, es porque en algún momento, pensó que eso estaría bien, es porque en un momento, por lo menos en un segundo, no le importó la relación, no se puso en la mente ni en el corazón del otro. O simplemente, esa es su forma de amar; no saber respetar, valorar ni demostrar... 
Una persona que verdaderamente ama, está con nosotros pese a todo. Una persona que realmente está enamorada, jamás lastimaría, ni sería infiel, ni mucho menos sentiría deseos de estar con otra persona. Y es por eso que cuesta, y mucho encontrar una persona que sienta eso. Pero... ¿Qué pasa cuando lo encontramos? ¿Qué pasa cuando nos demuestran que todo va bien? Estamos ahí, mirando a esa persona, mientras de repente, sentimos algo dentro nuestro. Nos sentimos tristes por un segundo. Porque pensamos... ¿Cómo se vive sin esa sonrisa? ¿Cómo seguiría mi vida sin sentirme tan feliz como ahora? ¿Qué pasa si esto alguna vez se termina?.
Y de nuevo volvemos a la pregunta: ¿El amor dura para siempre? Sentir este miedo, esta intranquilidad, nos hace hacer cosas para jamás llegar a eso, para que la relación siga intacta. ¿Se puede? ¿La relación sigue intacta después de meses, años? Algunas, muy pocas. Solamente los que se aman más allá de todas las dificultades que puedan atravesarse en el camino. Aquellos que sólo se preocupan por conquistar día a día a la persona que ya tienen a su lado. Aquellos que tienen la paciencia, la madurez y el amor para ponerse los zapatos del otro, apoyarlos hasta en los peores momentos y jamás olvidarse de que ahora son dos, que son un equipo y tienen que luchar por llegar a la meta, juntos. A todos nos gustaría que las cosas fueran así, pero lo vemos lejos. Sin pensar que si se le pone voluntad, y realmente amamos a esa persona tanto como para estar dispuestos a pasar toda una vida juntos, se puede. Y sí, realmente, en esos pocos casos, el amor dura para toda la vida...

miércoles, 18 de septiembre de 2013

adiós.

En pocos casos no es doloroso un adiós. Todos sabemos que es parte de la vida, que no se puede controlar, que por algún motivo, por alguna razón, algún día tenemos que decir adiós a alguien.  
Y duele, duele cuando es alguien que nos importa y que no queremos bajo ninguna circunstancia despedirlos. Muchas veces no nos creemos capaces de decir adiós, pensamos que ese momento nunca llega, pero ninguno de nosotros sabe cuando va a tener que decir adiós...
Eso pasa cuando perdemos a un ser querido, a una persona cercana... Decir adiós nos cuesta la vida. Nos cuesta cada minuto compartido, nos cuesta cada sentimiento, nos cuesta cada recuerdo. Es duro y triste tener que decir adiós a alguien que seguimos queriendo en nuestra vida, a alguien que sentimos que es indispensable en nuestro camino...  
Carecemos de fuerza cuando se trata de decir adiós. Nos desborda un sentimiento de soledad que se queda por un largo tiempo. Sabemos que esta vez nos toca remarla solos, que ya no está más esa persona que antes remaba con nosotros, ahora es más fuerte la corriente y nos sentimos solos, sentimos que nadie se pone en nuestros zapatos, que nadie nos entiende.
¿Cuántas veces nos sentimos así? Es dificil seguir nuestra vida cuando ya dijimos adiós. Es dificil cambiar nuestra forma negativa de ver las cosas. Es dificil luego saber que todo va a salir bien, que nunca más vamos a estar solos, porque ya lo vivimos, porque sabemos que puede volver a pasar, porque el destino ya nos sorprendió una vez y puede hacerlo de nuevo. 
Creo que el peor sentimiento del mundo es sentir esa soledad, que nos pese. Es querer escuchar su voz y oír sólo silencio. Es querer ver por lo menos su sombra y que sólo veamos oscuridad. Que busquemos en cada rincón, en cada lugar, y jamás encontremos a esa persona de nuevo. Es querer revolver en nuestra mente cada recuerdo que tenemos, para no olvidar su cara a reír, para no olvidar sus ojos cuando estaba triste. Para no olvidar su tono de voz. Para no olvidar como se paraba frente a la vida.
Es triste cuando sólo tenemos recuerdos, y que el más reciente sea cuando nos despedimos. Es lo que nos queda en la mente, es lo que vamos a recordar toda la vida, porque queramos o no un adiós nos marca, nos cambia, nos encierra, nos lastima por dentro. Verdaderamente es muy dificil decir adiós sabiendo que no dura minutos, horas, días, meses ni años. Dura toda una vida y en toda esa vida tenemos la esperanza de volver a verlos cuando lleguemos al final de la historia. 
¿Dónde van las personas que se van? ¿Y si les dijeramos adiós y aún se encuentran entre nosotros? ¿Y si jamás las volvieramos a ver? Es duro no saber, no tener certezas de lo que verdaderamente pasa o va a pasar. Sentimos que es más injusto que nunca decir adiós. Sentimos que no estamos seguros, que desearíamos saber cosas que jamás podremos averiguar y vivir para contarlas.
Por más duro que sea un adiós, también es cierto que lo que no mata nos hace fuertes. Un adiós nos da más valentía, más fortaleza. Comenzamos a darle más importancia a lo que verdaderamente la tiene. Comenzamos a apreciar el tiempo y los momentos más que a nada en el mundo. 
Un adiós nos abre nuevas puertas, nos deja tener nuevas oportunidades para ser felices. Y no nos tenemos que sentir culpables por serlo, cada persona es dueña de su vida; los demás solo están para acompañar, a algunos los veremos irse y a otros llegar hasta la meta con nosotros. Hay que ser fuertes aunque ese adiós jamás lo olvidemos y nos duela cada vez que nuestra memoria lo plasma. Hay que recordar que el tiempo es hoy y ahora, que somos capaces de decir adiós y mirar atrás cada vez que queramos y sintamos que es necesario; pero también capaces de mirar hacia adelante y continuar llenos de sueños y esperanzas.

El anillo y la flor.

Como siempre cada viernes, él despierta su corazón y detiene el mundo entero para verla. Como siempre en la tiendita de la esquina está la flor que él sabe que ha nacido para ella. Mientras va para el camino de su casa al amor, el revisa varias veces su bolsillo. Él ya sabe exactamente qué es lo que va a decir y en su mano aprieta fuerte el anillo:
-"Quiero amarte y cuidarte por el resto de mi vida. Besarte hasta que duela el corazón. Quiero caminar contigo, nunca más decirte adiós. Y que el tiempo no pase jamás".
Como siempre él toca el timbre y ella sonríe al ver la flor, pero siente que ésta vez es diferente. Con la voz quebrada y de rodillas toma su mano fuerte y en lágrimas le jura para siempre.
Como siempre ellos hablan del anillo y de la flor. Han pasado muchos años, y aunque ha pasado tanto tiempo; el amor nunca pasó...



sábado, 14 de septiembre de 2013

Miedo.

Voy a dejar simplemente que mis sentimientos me guíen mientras escribo... ¿Y qué siento? ¿Qué siento si voy hasta lo más profundo de mí? ¿Qué siento si alejo todo lo que me rodea y me pongo a reflexionar sobre lo que pasa por mi mente?... En este momento siento miedo, mucho miedo. Siento que las cosas no están mal, pero tampoco están completamente bien, en orden. Siento que hay algo que no me deja estar bien totalmente, y es eso, ese miedo.
Tengo miedo pero no me siento débil, tampoco lo suficientemente fuerte. Creo que tener miedo es sólo un sentimiento más; como tener amor, odio, bronca, alegría o tristeza. El miedo aparece después de que tuvimos una experiencia y no queremos volver a pasar por ella, o tal vez algo nuevo, algo que no conocemos, algo que hace que no todo sea normal, común, cosa de todos los días. 
Este miedo que siento, sé que sólo lo puede sentir alguien que se aferra mucho a algo y no quiere que desaparezca. Porque no miento, en este momento siento que la distancia, el tiempo, las desiciones y los acontecimientos son algo horrible, algo que quiero lejos de mi. Pero no puedo engañarme y esas cuatro cosas existen, están ahí, como un obstáculo que tengo que superar. Porque esas cuatro cosas no se pueden borrar, tan sólo están. 
¿Cómo se hace para traer de nuevo a alguien, si hay todo un mundo que nos separa? Es triste extrañar tanto a alguien y no tener la oportunidad de estar cerca suyo. ¿Cómo se hace con el tiempo? Que bien sabemos que ayuda a superar, a aliviar, pero no a olvidar. Cuando queremos pasa lento, y cuando no, rápido; sin darnos cuenta de tantos momentos ya vividos. ¿Cómo no sentir miedo por las desiciones? Si son lo que elejimos para nosotros; la vida son desiciones que hay que tomar simplemente. Desiciones que nos llevan por mal y buen camino, está en cada uno de nosotros tomar la correcta o no. ¿Y los acontecimientos? ¿Las cosas que pasan sin que queramos ni pensemos? En un minuto podríamos mirar al lado nuestro, y no ver a la persona que más queremos. En cualquier momento hasta nosotros mismos podríamos no estar. No lo controlamos, es el destino que arrasa y se lleva todo a su paso. 
El miedo está ahí, no se va. Siento que estoy encerrada en un millón de preguntas, a las que por lo menos ahora, no tengo las respuestas. El miedo me ataca y lo siento, porque estoy asustada, porque esta vez soy conciente de lo que puedo perder. Porque con haberlo vivido sé que está presente...
No está mal tener miedo, pero si dejarse llevar por el. En este momento estoy luchando para que el miedo se vaya, que me permita abrir los ojos y ver sólo luz, sin sombras por ninguna parte. Pero cuesta, porque el miedo se mete con lo peor de mi, con mi punto débil y hace sacar afuera lo negativo, lo malo.
Ser positiva no es una de mis virtudes, y creo que por ese mismo miedo. Si pienso en positivo y despego los pies de la tierra, muy pronto voy a volver a caer, desde un punto altísimo, del que me voy a llevar una mala experiencia. Por eso prefiero que el destino me sorprenda, prefiero asumir que las cosas son así o peores, no mejores; pero podrían serlo. Me gusta llevarme la sorpresa cuando pasa algo totalmente distinto a lo que pensé, y ahí tener un nuevo motivo por pensar en positivo y vencer mis miedos. 
Entonces, ¿Quién es el culpable; el que vence o el que se deja ser vencido? ¿Quién marca los límites: yo o mis miedos? Nadie sabe hasta donde llega, y los miedos son simplemente eso, una prueba para ver si somos fuertes y valientes para enfrentarlos y vencerlos.

viernes, 30 de agosto de 2013

El dolor.

Si algo me lastima, dejo que me hiera hasta lo más profundo. Dejo que perturbe todos mis sentidos. Dejo que el sentimiento me domine por un momento...  
Porque el dolor es una corriente que jamás se va si le ponen frente una barerra y no se deja que fluya. El dolor jamás se va si no se expresa, si no se saca afuera, si no se arranca de adentro nuestro. 
Es tan importante expresarnos, es tan importante no guardarnos lo que pensamos o sentimos, lo que queremos. Si lo guardamos nos herimos, nos hacemos mal, no nos dejamos ser. A veces lo que por alguna razón no nos animamos a decir, y llego a decir que a sentir, se nos vuelve en contra. Nos golpea fuerte, y no nos permite llorar, gritar, sacar afuera lo malo, desahogarnos por fin de esa angustia que llevamos dentro, esa angustia que nos consume.
No es malo permitirnos aprender del dolor. No existe una persona sin ningun problema en su vida. Una persona que nazca y muera llena de felicidad, sin ninguna vez haber vivido una tristeza, una desepción, un mal momento. Si nos planteamos que de lo malo siempre se saca algo bueno, hay que dejarnos vivir el dolor, tanto como la alegría. Estar tristes, pero al mismo tiempo, saber encontrar la solución, recomponernos, aprender y seguir caminando...

domingo, 11 de agosto de 2013

El tiempo.

"Me gustaría decirte tantas cosas, pero no hubo tiempo..." 
Tiempo siempre hubo, lo que no hubo es conciencia por él. 
El tiempo, si tendría que hablar del tiempo, diría que es eso que pasa cargado de momentos y no nos damos cuenta. Diría que es lo que muchos necesitan cuando sienten que se les acaba y se quedaron con cosas por vivir. Diría que es lo que muchos quieren acortar cuando se trata de atravesar cualquier dolor. Diría que es lo que deberíamos cuidar, es lo que nos debería doler desaprovecharlo.
Cada segundo desaprovechado es un segundo que no vuelve jamás. Es un segundo en el que pudimos sonreír, pero lloramos. Es un segundo que pudimos vivirlo al máximo, pero nos quedamos mirando el reloj esperando a que pase. Es un segundo en el que pudimos haber sido felices, pero lo dejamos pasar. ¿Por qué nadie se lo toma con seriedad? ¿Por qué estamos tan seguros de que vamos a estar aca mucho tiempo? No sabemos lo que el destino nos tiene preparado. La vida es una ruleta rusa, cuando nos toca irnos, nos vamos y nadie va a venir a darte el tiempo que perdiste, el tiempo que pensaste que ibas a tener más adelante. 
Hay veces en la vida, en las que hay momentos que solo podemos vivir una vez, momentos únicos, que si no los aprovechamos, no vuelven más. Si no transformamos un momento en algo lindo, más tarde no esperemos que se repita. Solo es el "aquí y ahora", el presente, esta parte del tiempo donde vivimos AHORA, no antes ni después. Minutos más tarde podríamos no estar. Es bueno saber que vivimos una vida llena de momentos aprovechados. Saber que no desperdiciamos un segundo en nada. Simplemente vivir al máximo, de eso se trata. De poder ver en cada instante, una oportunidad para ser felices. De poder un día mirar atrás, y estar orgullosos, porque aprovechamos el tiempo que teníamos.
Cada persona tiene su tiempo. Hay personas que viven más de 60 años, una vida llena de tiempo, la cual algunos aprovecharon y otros no. Hay personas que viven sólo 1 día, o tan solo unos instantes, personas que no tuvieron la oportunidad de tener más tiempo para ser felices. Por eso es bueno plantearnos el tema del tiempo en nuestra vida, de cómo utilizamos nuestro tiempo.
Hay que darnos cuenta que el tiempo es ahora: El tiempo de vivir, el tiempo de conocer, el tiempo de disfrutar,  el tiempo de aprender, el tiempo de buscar la felicidad en cada paso que demos. No hay que dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, nadie nos garantiza que estemos. Hay que estar precavidos de que la vida se puede terminar en cualquier momento y nosotros nos quedamos pasando las hojas de un libro que ya se cerró, por supuesto, hojas en blanco. Hojas en blanco por haber adelantado tanto, por no haber disfrutado, por habernos quedado pensando en después. 
Tiempo es lo único que tenemos y hay que saber valorarlo. Si hoy estamos acá, es para que vivamos y valoremos nuestra presencia, y tengamos respeto por esa gente que no tuvo tiempo. Hagamos más tiempo del que tenemos, no queramos acortarlo. Ningun problema es tan grabe como para tomar la decisión de terminar con nuestro tiempo e irnos. Vivamos, cada segundo como si fuese el último: Hay que amar sin barreras ni diferencias. Debemos expresar todo lo que sentimos, no quedarnos con nada que hayamos querido decir, eso nos hace sentirnos libres. Hay que tomar conciencia, en cada paso que demos, que al ir creciendo pasamos por millones de momentos que nos llevaron hasta donde estamos; no olvidarnos de la gente que estuvo con nosotros, de los momentos que nos brindaron, eso también es valorar el tiempo. Valorar el tiempo que pasó, el tiempo vivido, tanto como el tiempo presente. El futuro después se verá...

sábado, 27 de julio de 2013

Un amor como el nuestro no debe morir jamás.

No sé, se me dio por escribir algo acá... Sabes mejor que nadie lo bien que me hace desahogarme acá, escribir lo que pienso y siento acá. Vos no podías faltar acá tampoco...
¿Qué decirte? Nunca me hicieron sentir así, totalmente completa. Te acostumbraste a mi, y yo a vos. No me hace falta nada si te tengo acá al lado mio... Me hiciste pasar 10 meses hermosos, diez meses llenos de momentos que voy a guardar en mi memoria y mi corazón siempre. Hiciste que todo se transforme totalmente para mejor, cambiaste mi manera de ver las cosas, me hiciste sentir una mujer única. Todo lo que pasamos hizo que me diera cuenta que nada de lo que vivimos fue en vano, al contrario, encontrarte a vos fue el regalo más lindo y de alguna manera, la vida me devolvió de otra forma la alegría que antes perdí. Porque en vos encontré un compañero con quien pasar todos los días, con el que me puedo reír, con el que puedo llorar, en el que puedo confiar, al que puedo contarle lo que sea. Supiste enamorarme totalmente, porque, para mi, esto que siento es estar enamorada. Es que no me importe otra persona, que te vea único y sepa que no hay nadie que me pueda hacer feliz como vos. Que sepa que no hay nadie que a mi me puede hacer sentir todo lo que vos me hiciste sentir. Nadie que me haga ser capaz de todo lo que fui capaz y seguiría siendo por vos. Lo que te digo siempre, es tener ojos y corazón para una sola persona. Es imaginarte un futuro, y verte al lado mio. Es tener miedo de perderte. Es querer pasar todos los momentos junto a vos...
De verdad que no imaginaría mi vida de otra manera. No hay nada más hermoso que darte un beso. Nada más hermoso que verte bien conmigo, seguro. Y si me tendría que poner a contar, hay tantas cosas que me encantan de vos... Me encanta que seas así, tan terriblemente orgulloso, tan terco, tan histérico, y obvio ¿por qué no? tan celoso... Me encanta que tengas tantos proyectos para vos, que divises un camino y sigas, sin importar lo difícil que sea, pones todo tu esfuerzo y dedicación en todo lo que te propones. Me encanta ver lo mucho que te preocupan las cosas, que si me enoja o me incomoda algo, lo cambias, sin que pierda ese toque tuyo, haces de tus acciones, gestos hermosos que me hacen ver que también te importo. Me encanta que siempre me digas las cosas como son, por mas que me duela o me moleste, me encanta que me vayas de frente. Me encanta verte reír, porque una sonrisa tuya a mi me calma, me hace sentir bien. Me encanta mirarte y ver lo lindo que sos, lo afortunada que soy de poder estar con vos y también, obviamente... los celos que me dan por las demás. Me encanta que seas como sos, que cambies mi humor en un segundo, que si me ves mal una palabra tuya, un abrazo tuyo, un beso tuyo, me haga sentir mejor. Me encantas vos, con todos tus defectos y virtudes, porque nadie es perfecto. Y yo no quiero a la persona perfecta al lado mio, te quiero a vos. Para afrontar todo lo que se nos cruce, para pelear y discutir, pero después arreglarnos de la manera más tierna. Quiero que seas como sos, así me haces feliz.
Mil perdones por tantas veces que me equivoqué, por tantas veces que no pude con mi carácter o mis reacciones y peleamos por mi culpa. Pero no lo hago queriendo, soy así. Y aunque me cueste, y a veces no parezca, trato de mejorar día a día, o por lo menos eso me propongo.
Yo no sé que vaya a pasar en el futuro, de lo que estoy segura es que está pasando ahora, y ahora estamos juntos. Ahora vos formas parte de mi vida, y te pido que nunca te vayas. Te pido que si en un futuro cercano o lejano las cosas se ponen difíciles, no nos echemos atrásPorque me importas como nadie, y lo que más quiero es tenerte conmigo siempre y que nada nos separe. De mi parte siempre voy a dar todo de mi para que esto jamás termine, para que esto siga, y aunque tengamos mil millones de peleas... Si vos sentís lo mismo que yo, nunca me voy a rendir. Jamás en la vida te fallaría, ni haría algo para perderte. Porque sencillamente no quiero, te quiero acá, quiero las cosas como son ahora. Pero al mismo tiempo, no te miento, tengo un miedo terrible al futuro, tengo un miedo terrible de que vos no estés ahí. Espero con todas mis fuerzas que sí; yo siempre voy a estar acá para vos, si me necesitas o no, siempre voy a estar. Porque vos estás en mi corazón, y nadie te va a sacar de ahí...
Sos el hombre de mi vida, el que me dio fuerzas para salir adelante siempre. El que estuvo conmigo en las buenas y malas. El que me hizo sentir que era capaz de superarme todos los días. El que me hizo sentir mujer, con cada caricia, cada beso, cada abrazo, cada momento. El que hizo que me anime a todo, que pierda el miedo. El que me dio lo mas lindo que alguien puede pedir, amor. Con vos conocí lo que es amar de verdad. Con vos no tengo miedo. Si vos me agarras la mano, para mi todo esta bien. Si estoy cerca tuyo no me puede pasar nada. Si te tengo conmigo, soy más que feliz...
Ojalá estas palabras las lleves con vos siempre, porque quiero que tengas muy presente lo mucho que significas para mi, y todo esto es lo que vos me hiciste sentir, no solamente en 10 meses, si no que esta historia empezó mucho antes, y pasamos las mil y una para llegar a donde estamos hoy, cosa que agradezco muchísimo! Y como siempre te digo: Gracias a vos, por todo lo que sos y siempre vas a ser en mi vida. Por todo lo que me das día a día. Gracias por ser como sos. Gracias sinceramente por todo. Te amo con todo lo que soy mi amor... 
Tu novia




jueves, 25 de julio de 2013

La infidelidad.

La infidelidad la tomamos a veces como algo tan común, como algo tan simple. Pero no es así. Muchos dicen que los motivos se pueden esconder en no estar del todo conformes y en buscar afuera, lo que en la misma relación no se consigue. ¿Estaría bien que con cada cosa que no estemos de acuerdo en una relación vayamos a traicionar a nuestra pareja por ahí? No, creo que el error no está en la pareja, si no que en cada persona. Si no tenemos valor para decir lo que pensamos, lo que no va bien, en lo que estamos disconformes, entonces no podemos formar parte de una relación, no podemos realizar todas las cosas de a dos. Y es mejor abrirse antes que lastimar a una persona, a esa persona que le dijimos "te amo" "me importas" en un momento, en otro estamos demostrándole completamente lo contrario. Hagamos que valgan nuestras palabras. Si realmente existiera el amor en esa pareja jamás hubiera existido una traición. Si alguien es infiel, es porque está disconforme con una parte de si mismo, una parte que quiere tapar o simplemente una parte que no fue del todo conocida. Quizás es porque esta persona conoció el amor de esa manera. O quizás jamás lo conoció.
Hay otros motivos por los que las personas acuden a ser infieles antes que resolver sus propios problemas, tratando de huir de lo que según ellos eligieron. Y ahí está el problema, si elegimos, queremos y sentimos que queremos estar con una persona ¿Por qué seguimos buscando a alguien más? ¿Por qué se busca herir, lastimar y engañar a la pareja? La persona que traiciona en el momento no se da cuenta del daño que causan, no se pone en el lugar del otro para pensar siquiera un segundo en la reacción de esa persona. No se pone siquiera a pensar que mientras la otra persona está dando todo, la persona que es infiel está tirando a la basura todo lo que se construyó, inclusive la confianza que es la base en una relación. 
Y un motivo más que sería bueno aclarar, que muchas veces, se creen mejores personas por hacerlo. Creen que son más que otro por andar con más de una persona a la vez. Ven placer en causar daño, o simplemente no les importa tanto como ellos afirmaban. Y eso también es un problema, quizás más grave, al no sentirse culpables.
Más allá de todo esto, considero a la infidelidad una patología en una persona. Es un problema donde no valoramos, o no sabemos darle un valor definido a cada persona en nuestra vida. Es donde no se conocen las reglas ni el significado de amar. Es donde no tenemos códigos y no sabemos ser leales en una pareja... Ojalá todos entendieran, que no hace falta buscar afuera lo que en algún momento tuvimos dentro de una relación. La felicidad la llevamos dentro, no está en nadie más que en nosotros. Y si tenemos algún problema o disconformidad con nuestra pareja, lo primero es la comunicación, si vemos que el problema o la disconformidad sigue, entonces tendríamos que optar por hacer lo correcto, y ponerle un fin a esa relación; una relación donde los dos deben ser iguales, los dos deben sentirse conformes con lo que tienen, y los dos deben amar, poniéndose en el lugar del otro, porque amar es eso. Y cuando al fin encontremos una relación así, la infidelidad no va a ser un problema, sino que cada uno sabe que no existen ojos ni corazón para otra persona.

domingo, 21 de julio de 2013

"Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida

No hay ser más hermoso, más comprensivo y más sensible que un animal. ¡Cuánto tenemos para aprender de ellos! Hay veces que los humanos tenemos un corazón de piedra al lado de ellos, hay veces que necesitaríamos de más sensibilidad. Y lo más irónico de todo, es que somos animales, lo único que nos hace humanos, es la capacidad del razonamiento, que pocas veces la utilizamos, entonces... ¿Qué nos distingue?
Desde chica aprendí que los animales también deben tener derechos, que muchas veces no tienen, aprendí que ellos no pueden comunicar lo que sienten y quieren con palabras, por eso hay gente que ayuda a que sus derechos se den a conocer y se respeten. Aprendí y los admiré, simplemente porque son diferentes, pero en el fondo, tan iguales a nosotros en tantos aspectos... Y desde ese momento me siento mal si veo que abandonan un animal en la calle, y tiene que soportar el frío y la lluvia, el hambre y la sed, buscando en la basura comida, y un techo donde pasar la noche. Me indignan y les deseo lo peor a las personas, que ni siquiera puedo llamarlas así, por matar a un animal por diversión o sin justificación, que en realidad ninguna muerte la tiene. No podemos decidir sobre la vida de un animal, ellos también deben tener el derecho de elegir vivir. La mayoría piensa que por ser animales no piensan, no sienten... y se equivocan totalmente. Ellos sienten el sufrimiento tanto como nosotros. Ellos son capaces de pensar, son más inteligentes, inclusive, que algunas personas. Un animal puede sentir, puede crecer, puede amar. Un animal puede actuar tanto por instinto como por algo llamado sentimientos. Un animal nos puede hacer sentir completos, nos puede hacer sentir paz. Nos puede hacer sentir únicos, queridos, buenas personas.
Ojalá todos entendieran que el mundo debe cuidarse, pero también ellos, que son tan importantes en el mundo y en la vida de tanta gente. Muchos animales ocupan espacios vacíos humanos, ¿Quién le agradeció alguna vez a su perro por recibirlo moviendo la cola y feliz de la vida porque su dueño llega a casa? ¿Quién le agradeció a su mascota cuando después de retarlo, se hecha a sus pies si el siente que su dueño está triste? ¿Quién le agradeció por su manera de demostrarnos lo importante que es para ellos cualquier gesto? ¿Quién les agradeció por formar parte de nuestra vida, y disfrutar cada momento que pasan junto a nosotros? ¿Quién les agradeció aceptarnos como somos, aguantarse todos nuestros defectos, y seguir estando a nuestro lado? ¿Quién le agradeció a su mascota por no abandonarlo nunca? Tantos agradecimientos se merecen, y como se merecen un "Gracias" también se merecen tener una buena vida. Toda mascota se merece un techo, comida, agua, y mucho amor. Luego, ellos hacen el resto. Se aparecen y cambian nuestra vida por completo...
Escuché una vez una frase: "Sucede que cada vez que pierdo un perro, se lleva un pedazo de mi corazón con él. Y cada perro que entra en mi vida me regala un trozo del suyo. Si logro vivir lo suficiente, todas las partes de mi corazón serán de perro y llegaré a ser tan generoso y bueno como lo son ellos". La leí y dije que tenía razón. Que jamás llegaremos a ser tan buenos y generosos como ellos. Jamás dejaremos de lado nuestras diferencias, y daremos amor a cambio de nada. Jamás todos haremos eso, siempre habrá peleas y malos entendidos. Siempre habrá alguien con maldad. Si existen personas con maldad, y educan a su mascota con maldad, siempre habrá problemas, y nunca habrá paz. Siempre seremos humanos, y siempre los acostumbraremos a ellos a nuestra forma de ser, sin adaptarnos a como son ellos, que es lo que tendríamos que hacer, para ver la vida con la misma felicidad que ellos, para aprovechar cada momento, para dar amor incondicionalmente... Eso es lo malo de no ser animales.



domingo, 14 de julio de 2013

...

"Cada tanto tenemos que ir a ver adentro nuestro, para saber que tan felices somos..."

El momento en mi día y mi tiempo en el que estoy sola y pienso, para mi es tan importante como cualquier otra cosa. Es el momento en el que reflexiono, en el que me acuerdo de todo y trato de ver si hay algo que me afecta, o de ver qué me hace feliz...
Es bueno hacer esto a diario, es bueno transformarlo en un hábito. Hoy en día la capacidad del pensamiento debe ser la capacidad más entrenada. Si no pensamos, si no reflexionamos, nos acostumbramos a ser personas rutinarias, personas sin la capacidad de saber si lo que les pasa en su vida les afecta o no, si deben buscar soluciones o no, si deben hacer un cambio o no.
Muchos se encierran en que todo es así y no puede ser de otra manera. Otros, en cambio, se esconden; tapan sus sentimientos, los ahogan. Varios prefieren evitar ese espacio para ellos mismos, ese tiempo de reflexionar. Y tapan su bronca, miedos, dudas, preocupaciones, y problemas con ruido, con música, o con alguna actividad que los mantenga alejados de sus pensamientos; de parar con todo un segundo y ponerse a pensar lo que va bien o no en su vida.
Algunos tienen miedo de ponerle una contra a las situaciones, algunos temen mirar atrás y verse a sí mismos, a lo que fueron y son. ¿Cuántos hay que temen a lo que el destino les tiene preparado? ¿Cuántos hay que hasta tienen miedo de sentir?...

La vida es una, y si no somos felices ahora cuando llegue la hora de irnos no lo vamos a ser.
Si no somos felices nosotros, nadie nos va a dar la felicidad.
Si no practicamos día a día la tarea de reflexionar, no podemos saber que las cosas pueden ser mejores.
Si no tenemos miedo de elegir lo que es mejor para nosotros, entonces habremos entendido.
Si no dejamos que nadie viva nuestra vida por nosotros... entonces podremos ser felices.

martes, 9 de julio de 2013

El amor

¿Qué hay más irónico e ilógico que el amor? ¿Cómo explicamos que un sentimiento nos pueda hacer sonreír de la manera más simple y hacernos llorar con la misma rapidez? ¿En que momento le damos tanta importancia a alguien como para que de esa persona dependa nuestro estado de ánimo? ¿En que momento esa persona se instala en nuestra cabeza y nos hace hacer las aventuras más locas sin importarnos el que dirán? ¿En que momento nuestro cerebro se vuelve maduro y nos hace tomarnos las cosas más en serio? ¿En que momento nos desvivimos por ya no ser nosotros los que sienten felicidad sino, hacérsela sentir a esa persona? 
Yo creo que el amor es ponernos una venda en los ojos y seguir a esa persona sabiendo que podemos caernos, que podemos golpearnos, pero confiamos en que ese alguien nos va a guiar. El amor es hacer un puente donde de un lado estén los defectos de los dos, y del otro las virtudes; y jugar a atravesar de un lado al otro, tratando de que cada vez que nos topemos con lo negativo lo podamos superar de una mejor forma que la anterior. El amor es una batalla diaria donde hay dos personas que se aman y luchan por proteger sus sentimientos, luchan por que ese amor crezca. El amor es aprender de a dos, y día a día dar todo de nosotros por un bien mutuo. El amor es levantarse un día con una sonrisa imborrable en la cara, sin ningún motivo y por ninguna razón. El amor es sentir que si nos peleamos con esa persona el mundo se nos cae abajo, y lo pisoteamos una y otra vez. Hasta que por fin nos arreglamos, y es como si agarráramos el sol con las manos, lo pongamos en el cielo a brillar de nuevo, y como si fuera por arte de magia, nuestro mundo empieza a girar nuevamente mostrándonos su mejor cara. 
El amor no es como las novelas, el amor no es todo color de rosa. El amor no se pone máscaras ni disfraces. No vive en sentimientos falsos ni se maquilla para aparentar lo que no es. El amor está lejos de la mentira, de las traiciones. El amor no se alimenta de tristezas, de malos momentos. El amor no se esfuerza por estar, tan sólo está ahí. El amor no busca ganar, si es más lo que perdemos que lo que ganamos. El amor no busca lo mejor, le alcanza con que el sentimiento de ambas personas sea honesto. El amor no se fija en las cosas materiales, sino en las actitudes, en los detalles, en el cariño. El amor no se fía de promesas que sabe que no se van a cumplir...
El amor tan sólo está presente en quienes saben darse cuenta de que lo sienten. El amor es ser como somos, ser verdaderamente reales. Es mirarse uno mismo y sentirse bien, porque hay alguien que nos acepta así y nos ama, siendo sólo nosotros, siendo como somos y está dispuesto a hacerlo toda una vida... Eso es amor.


domingo, 7 de julio de 2013

La felicidad.

"Cuando yo tenía cinco años, mi madre siempre me decía que la felicidad es la clave para la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron qué quería ser cuando fuera grande, escribí feliz. Me dijeron que yo no entendía la pregunta. Les dije que no entendían la vida" John Lennon.
Yo se que nadie viene al mundo con instrucciones. Se que no nacemos sabiendo afrontar cualquier circunstancia donde nos pone a prueba la vida. Se que no tenemos las respuestas para todas las interrogantes. Se que no tenemos la experiencia de haber vivido antes, solo hay una primera vez y de eso aprendemos... Aprendemos bien o mal, pero aprendemos a convertirnos en alguien. Convertirnos en personas con metas y sueños. Convertirnos o esperar convertirnos en personas con un futuro, donde ya empieza a divisarse el camino desde ahora para llegar a él. O quizás dos caminos, uno donde no hace falta el esfuerzo, donde es más fácil llegar pero no estamos totalmente orgullosos de nosotros al saber que no dimos todo, al saber que sólo esquivamos las piedras y no nos tomamos el tiempo para pensar y reflexionar sobre como solucionar los problemas que se nos presentan. Pero también, hay un camino que espera por personas que buscan superarse día a día, personas que saben que el camino es difícil y con más razón prefieren recorrerlo, prefieren toparse con sus problemas, dudas, miedos y superarlos, no patearlos para encontrárselos nuevamente más adelante. Pocas personas elijen el camino difícil, el que les lleva a sentir orgullo por lo que lograron conseguir, pero cuando lo consiguen... ¿Quién les saca esa felicidad? Esas personas lograron ser felices por más tiempo.
Escuché por ahí, que si vemos que las cosas son demasiado fáciles, entonces no estamos en el camino correcto, no estamos haciendo las cosas bien. Y puede que algunos piensen que eso es cierto, pero todo depende de lo que elijamos y del esfuerzo que pongamos por lograrlo. Si una persona no tiene sueños, ni metas, ni puntos de llegada ¿Para qué vinieron? Pienso que el mundo está para que todos podamos cumplir nuestros sueños, depende de cada uno querer que ese sueño se cumpla gracias a nosotros, porque lo dimos todo. O otros que esperan que el sueño se cumpla solo, y no. 
El primer paso para cumplir un sueño es desearlo, desearlo con todas nuestras fuerzas. El segundo paso es divisar un camino, y tratar de atravesar por él como podamos, pero sabiendo que utilizamos todo el esfuerzo que se nos vino dado para lograrlo. No para que los demás lo noten, si no para que nosotros mismos sepamos lo que somos capaces de hacer por un sueño. Cuanto más difícil sea el camino, más fuertes nos volvemos para conseguir una meta, para proponernos algo, y no quedarnos en la mitad del camino. El tercer paso, es que, cuando al fin lleguemos, nos quedemos con ese viaje, nos quedemos con esa experiencia, el sólo hecho de cumplir un sueño nos hace felices. ¿Pero qué más feliz haría a una persona saber por todo lo que tuvo que pasar para llegar hasta ahí? 
Nadie conoce el recorrido que cada uno realizó para llegar donde soñaban con llegar. Y los ves, y ahí están. La felicidad en la vida son sólo momentos, son pedazos del tiempo que consideramos importantes. La felicidad se basa en saber que es sólo un segundo, un minuto, una hora, un tiempo, pero cada vez que lo recordemos, sabemos que somos capaces de ser felices. Una meta cumplida, un sueño, es una felicidad. Pero el camino también está hecho de pequeñas felicidades. 
La felicidad nunca es eterna, hay que saber ver la felicidad en una sonrisa, en un abrazo, en un beso, en una caricia, en un momento. La felicidad es lo único que buscamos, y tratamos de que dure, pero nadie lo controla, se va y luego aparece de nuevo. De eso consta, de no esperarlo. Somos felices cuando nos toma por sorpresa. Cuando en nuestra cabeza y nuestro corazón no existe tristeza, sólo miramos a nuestro al rededor y vemos las cosas lindas de este mundo. Es como ver un arco iris después de una tormenta. Eso es la felicidad, es dar sin recibir nada a cambio. Es valorar hasta el detalle más mínimo. Es estar llenos de amor para dar. Es ser felices sólo por momentos, que conforman toda una vida...




martes, 2 de julio de 2013

La amistad.

Y por si a caso alguien pregunta, sólo escuché cuando volvía. No escuché cuando el viento golpeó fuerte, no sentí cuando la canción llegó al final de su melodía, no sentí cuando calló la  última hoja del árbol. Sólo escuché cuando volvió...
Y por si a caso alguien pregunta, no volvió igual, volvió distinta. Volvió en alguien más, con nuevas vivencias, con nuevas actitudes. Era la misma canción pero con la letra cambiada. Era la misma cara con distinta sonrisa. Era el árbol sin hojas, pero en fin, el árbol. Podría decir que volvió, pero no era la misma. No era la misma mano que me ayudó a levantarme un día. No eran los mismos ojos que lloraron junto a los míos en medio de esas tormentas. No era la misma sonrisa que me hacia saber que las cosas iban a mejorar. No, no era la misma. Se fue y abrió paso frente a ella millones de recuerdos, que luego de sólo ser sólo nombrados se iban. Y cuando se iban no volvían iguales, venían con enojo, bronca, y quizás hasta podría decir que la decepción ocupó un lugar importante. 
Y no, no era lo mismo. La amistad la perdí con una persona y volvió de la mano de alguien más. Y si a caso alguien pregunta... No, jamás fue igual.

Hay una luz.

Hay una luz en algún lugar a donde van los sueños de la humanidad. Hay una luz dentro de ti, a donde están los sueños que van a venir. Para volver a despertar, no te olvides: nunca dejes de soñar...
Hay una luz que no se ve, brilla desde adentro, desde la niñez. Hay una luz en algún lugar, allí donde mis sueños se hacen realidad... Más allá del sol, más allá del mar, más allá del tiempo sé que hay un lugar donde quiero ir, donde quiero estar. Hoy la fantasía se hace realidad !

domingo, 30 de junio de 2013

"Entre el cielo, vos y yo"

Pasó por acá, dejó su huella y después se fue... Duele pero es así, en algún momento lo tuve todo, su risa, sus dudas, sus miedos, sus palabras de aliento, sus llantos, sus preocupaciones,  sus retos, su amor, sus sentimientos, y lo más importante, me brindó su tiempo. Ese poco tiempo que ella sabía que tenía, lo compartió conmigo como si fuese el último momento, que por supuesto, llegó, no como todos esperábamos pero llegó y en un abrir y cerrar de ojos mi mundo se fue cuando ella se fue...
Ella... Si tendría que hablar de ella diría que fue mi infancia, que fue mis risas, que estuvo en los buenos y malos momentos, que quizás no solo lo que teníamos era un lazo familiar que nos unía, si no que yo a ella la miraba y veía mi vida reflejada. Veía mi admiración en todo. Veía mis mayores miedos de perderla. Veía todo lo que yo era en ella, porque ayudó a que hoy sea lo que soy...
Un día a esta persona le cargaron una pesada cruz en su hombro, le dijeron "es sólo por 2 meses, que son los que le quedan de vida". Sin saber de cuánto disponía de tiempo, ella con todos sus miedos, preocupaciones, dolores y tristezas, llevó esa carga unos largos 6 años, donde aprendí que la fuerza es todo lo que tenemos. Mientras ella estuvo acá, me enseñó los valores que no aprendí en ningún otro lado, me enseñó a perdonar, a crecer, a ayudar, a confiar, a amar.
Puedo decir que una persona como ella no había, puedo decir que tanto amor en una persona desbordaba. Puedo decir que una voz como la de ella te llenaba el alma de paz. Puedo decir que una alegría como la de ella, llenaba todos los espacios de luz. Puedo decir que una tristeza como la de ella, le daba fuerzas hasta a la persona con el corazón más duro para querer ayudarla... Puedo decir tantas cosas, pero solamente las puedo decir. Sé que nadie entiende ni podría ponerse en mi lugar, para saber realmente lo que ella fue, lo que ella valía para mi. Sé que a mi me quedan solamente momentos, recuerdos, fotos o simplemente todo lo que me dejó...
Mi ángel cuando se fue, se llevó su vida y parte de mi quedó incompleta. Es duro a veces afrontar la vida sin una parte de vos, sentís que algo falta, que no está todo bien. A veces hasta pienso en como sería si estuviera de nuevo, que me diría, que haría. Me encantaría que me de un último consejo, que me haga saber que está acá, que venga y calme la tristeza que siento por su ausencia.
¿Por qué la vida es tan injusta para llevarse a una persona como ella? ¿Por qué a mi me tocó perderla? ¿Por qué? Esa es la pregunta a la que no le encuentro respuestas... Quizás fue porque su alegría no tendría que apagarse por las cosas feas que pasan acá. Quizás porque en el cielo necesitaban a un ángel, al más lindo y bueno. Capaz no hay respuestas, quizás fue porque así debía ser... Pero nadie dice que porque se encuentre o no una respuesta la ausencia deja de doler; porque, para mi, su ausencia duele más que cualquier herida. Quiero hacerme a la idea de que está en el lugar más hermoso del mundo, en el lugar donde ella soñó estar. Quiero hacerme a la idea, de que la cruz que tuvo que cargar acá, no la carga más y está libre, llena de felicidad y paz. Pero por más idea que yo me pueda crear en mi cabeza, no sé donde se encuentra... Yo estoy acá, y ella, allá... O quizás acá, pero invisible a mis ojos. Yo sólo quiero que esté en ese lugar, esperándome, para que un día podamos estar juntas como antes, poder caminar,  poder reírnos y no pensar en otra cosa que no sea alegría.
Duele, y creo que nadie entiende cuánto hasta que lo vive. Duele ver la casa vacía, duele no escuchar sus pasos, su voz, su risa. Duele no abrazarla, no poder hablarle nunca más. Pero lo que más duele, es haber visto que todo lo que ella debía soportar, solo lo solucionaría la muerte. Estoy segura que no todos se sienten igual, que esto repercute distinto en cualquier persona que lo viva, nadie sabe que tan fuerte es, cuándo puede salir, cuándo puede volver a sentirse feliz. Sé que si una persona se va, hay que recordarla siempre con una sonrisa, aunque a veces sea difícil, aunque en ese momento no queramos otra cosa que no sea llorar porque esa persona ya no está con nosotros... Pero hay otra manera de ver las cosas...
Un día, yo tuve a mi ángel conmigo, y tuve todo, al otro día, me soltó la mano y se fue... Simplemente se fue, sin explicaciones, sin avisarme cuándo ni a dónde, sin decir cuándo nos íbamos a volver a ver. Yo sólo se que no la volví a ver... Ella, sin saber lo que le esperaba, un día me dijo: "Quiero que me recuerdes siempre". Yo me reí, mientras pensaba: "Es lo que pensaba hacer toda mi vida, no hay manera de olvidarla". Y hasta hoy sigo al pie de la letra lo que pensé en ese momento, y así va a seguir siendo hasta el último segundo de mi vida; ella me regaló lo más valioso que tenía, me regalo su tiempo, y yo quiero hacer lo mismo, por lo menos con sus recuerdos. Siempre está en mi memoria y en mi corazón, a veces de manera feliz, otras triste, pero en fin, siempre está presente para mi. 
De nada de lo que hice por ella me arrepiento, al contrario, hubiera usado absolutamente todo mi tiempo en compartirlo con ella. Mi ángel esa noche de abril se fue, pareció simplemente un sueño, parecía que ella estaba dormida, y en cualquier momento iba a abrir los ojos y despertarse, pero no lo hizo. Se durmió en un sueño profundo del que nunca despertó. Ella se había ido; pero no de al lado mio, nadie puede decirme que se fue, si yo la siento, si mis preguntas me las responde cuando se aparece en mis sueños. Si mis miedos y preocupaciones desaparecen cuando cierro los ojos y pienso en ella
Pasó por acá, dejó su huella y después se fue... Nadie puede decirme lo contrario, marcó mi vida completamente y siento que estoy en una eterna deuda con ella, una deuda que ni con todo el amor del mundo se puede saldar. La necesito, y si se podría, la traería de nuevo, pero no. Ella pensaba en todos antes que en ella misma, teniendo una cruz más grande que cargar que la de todos nosotros, teniendo una enfermedad que no sólo la consumía si no que también la tiraba abajo, tiraba todos sus sueños e ilusiones al piso... Pero acá no termina la historia, para mi ángel no existía la frase "Me rindo".
La peleó, como nunca vi a nadie pelear. Admiración y amor es todo lo que podía sentir. Secaba las lágrimas de su cara y seguía peleando. Se caía y volvía a levantarse aunque le costara dejar de lado su dolor, le sonreía a la vida, le sonreía de la manera más hermosa. Cumplir los sueños de todos, ayudar a todos a ser mejores personas. Mi ángel dejó todo en el campo de batalla, podría decir.
Esta persona me enseñó que el amor no son solo palabras, que la humildad es lo más valioso que se puede encontrar en alguien. Que si algún día estoy triste, o tengo un problema, piense que no soy la única en el mundo, que hay muchas más personas que les pasa lo mismo o que viven situaciones peores, que aprenda a ponerme en su lugar, que ella iba a estar siempre conmigo. Y... ¡Cuánta razón tenía! sé que hay muchas personas que perdieron gente importante en su vida, a ellas quiero decirles, que esas personas que perdieron no quieren que ustedes mismos se pierdan en la bronca, en el rencor, en no entender por qué pasan las cosas. Simplemente, que sigan adelante con su vida, que recuerden siempre a esa persona y que si buscan algo en la vida, sea hacer sentir a esa persona orgullosa...
Hoy, entendí por fin que a mi me tocó cuidarla, como ella lo hizo conmigo. Que me tocó hacer, o tratar de hacer más liviana su cruz. Me tocó acompañarla, seguramente, en el peor momento de su vida. Y sé que esto tenía que pasar así, que yo me volví más fuerte, aunque a veces no me sienta así. Aunque a veces me sienta completamente perdida sin ella, sé que vuelvo a encontrar el camino. Y sé que mi misión en la tierra, es lograr aunque sea la mitad de valores que logró mi ángel cumplir. Mi meta es, que donde quiera que esté, pueda hacerla sentir orgullosa. Y que, algún día, pueda ir hasta donde está ella, abrazarla fuerte y decirle ¡Cuánto la amé y la extrañé!





"- ¿Te quedarías conmigo? 
- ¿Quedarme contigo? ¿Para qué? Míranos, ya estamos peleando. 
- Pues, eso es lo que hacemos. Pelear. Tú me dices cuando soy un hijo de puta arrogante y yo te digo cuando eres una pesada insoportable. Lo cual eres, 99% del tiempo. No me importa lastimarte. Me lo devuelves al instante y regresas a hacer la misma cagada. 
- Entonces ¿qué? 
- Así que no será fácil, será difícil. Y tendremos que echarle ganas cada día, pero quiero hacerlo porque te quiero. Quiero todo de ti, para siempre, tú y yo. Cada día. ¿Harás algo por mí? Por favor imagina tu vida. 30 años desde hoy. 40 años desde hoy. ¿Cómo se ve? Si es ese tipo pues vete, ¡vete! Te perdí una vez, creo que podría hacerlo de nuevo, si supiera que es lo que realmente quieres. Pero no tomes el camino más fácil. 
- ¿Cuál? No hay manera fácil, no importa lo que haga, alguien saldrá lastimado. 
- Deja de pensar en lo que quiere todo el mundo. Deja de pensar en lo que quiero yo. En lo que quiere él o en lo que quieren tus padres. ¿Qué quieres tú?
- ¿Crees que nuestro amor nos llevará juntos? 

- Creo que nuestro amor puede hacer todo lo que queramos..."

La fuerza de la vida.

Muchos de nosotros creemos en lo que nos dicen. Muchos, tal vez, creen en lo que ven. Y otra gran mayoría, cree en algo que no ve ni escucha, algo que no se capta con los sentidos, algo que va más allá de las explicaciones, de la lógica; más allá de lo que podemos entender, sólo hace falta sentirlo para darnos cuenta de que es real... ¿Cuántos de nosotros experimentamos confiar en algo que sólo sentimos? ¿Cuántos de nosotros una vez tocó fondo, sintió que lo perdió todo, y de repente se empujó fuerte con los pies y volvió a la superficie? ¿Cuántos de nosotros por alguna razón inexplicable logró reponerse?...
Esto que no se puede explicar con palabras, algunos lo relacionan con la religión, con la fe en un Dios o en muchos dioses que no nos permiten detenernos en el camino. Otros, lo relacionan con la fuerza que hay dentro de cada persona.Y ahí nos detenemos... 
La fuerza es ese empujón que no nos dejó caer, es lo que nos hace saber que estamos acá en este mundo por y para algo, que esta gran esfera sin nosotros no sería igual.
Es importante saber qué es lo que nos mantiene aferrados con los pies en la tierra para seguir adelante contra viento y marea. Hay diferentes causas que nos hacen abandonar una lucha, pero si tenemos esa fuerza, ese motivo, afrontamos todo lo que se nos pueda presentar. A veces ocurre que esa fuerza es una persona, que nos inspira confianza, que nos acompaña en nuestras experiencias; que tras el mayor miedo cerramos los ojos, pensamos en ese alguien, los abrimos y el miedo no está más.
Lo que queremos o necesitamos no podemos encontrarlo afuera. Si no pensaríamos con el corazón cualquier persona que existe sería sólo un habitante más de este planeta. No se puede buscar algo afuera, si lo que sentimos dentro no existe. En cambio, si logramos sentir, le damos a cada persona un valor en nuestra vida... Por eso es que también una persona puede transformarse en nuestra fuerza, porque lo que sentimos nos hace fuertes, nos hace saber que somos algo. Yo creo que esa fuerza es todo lo que tenemos, si no tendríamos una motivación, ¿Para qué nos quedaríamos en el mundo? Si no existen sensaciones, voluntades ¿Cómo se hace? 
Personalmente la palabra "admiración" la utilizo para esas personas a las que se les hace más difícil su lucha diaria, personas que "no tienen lo mismo que todos", o simplemente personas que si los vieran, pensarían: ¿Para qué luchar si es seguro que no van a alcanzar una victoria? Y es que juzgamos a esa persona por lo que le falta; ya sea ausencia material, ausencia de salud, ausencia física, ausencia de personas importantes en su vida, o quizás problemas que catalogamos como "más difíciles que los nuestros", sin saber que quizás es más fuerte levantarse desde el suelo, que desde la mitad de la caída. Si nos ponemos en su lugar, y recordamos cuando tuvimos que luchar pero se nos hizo difícil o nos pareció imposible, sabiendo que cuesta cuando no estamos a la par de lo que nos falta, cuando no estamos a la par de nuestros problemas. 
Simplemente "cuesta" esa es la palabra. Pero les aseguro que no es imposible. Y yo sé que no es imposible cuando veo a una persona paralítica sonriendo. Cuando veo un ciego caminando por la calle con sólo la ayuda de su bastón. Una madre que perdió al único hijo que tenía y sigue viviendo, porque sabe que eso es lo que hubiera querido él...
Nadie dijo que está mal quejarse, o decir la verdad, que todo se pone difícil y en ese momento no vemos más que el color gris en nuestros días. Pero lo importante es levantarse del suelo y seguir con lo que veníamos a hacer a este mundo, VIVIR. Es por eso, que tenemos la fuerza de la vida, la fuerza de saber que quedan cosas por hacer, que tenemos una importancia y más que nada, algo que nos da la voluntad para lograrlo...
A aquellas personas, yo las considero héroes ¿Por qué no? Siguen luchando falte lo que les falte y no miran eso, si no conseguir ganar esa batalla y de eso se trata. Existen muchas razones para encontrarse en esa situación... Alguien puede golpear fuertemente tu fuerza, esta se cae y se vuelve invisible dejando a opción tuya volver a encontrarla o no. 
"La vida sólo sentido cuando tenemos un motivo para vivir..."

lunes, 1 de abril de 2013


"Paciencia y tiempo... todo llega a su debido tiempo. No se puede apresurar una vida, no se puede resolver según un plan, como tanta gente quiere. Debemos aceptar lo que nos sobreviene en un momento dado y no pedir más. Pero la vida es infinita; jamás morimos; jamás nacimos, en realidad. Sólo pasamos por diferentes fases. No hay final. Los humanos tienen muchas dimensiones. Pero el tiempo no es como lo vemos, sino lecciones que hay que aprender..."


...Pero si la gente supiera que «la vida es infinita; que jamás morimos; que nunca nacimos, en realidad», entonces ese miedo desaparecería. Si todos supieran que han vivido antes incontables veces y que volverán a vivir otras tantas, ¡cuánto más reconfortados se sentirían! Si supieran que hay espíritus a su alrededor, cuando se encuentran en estado físico; que después de la muerte, en estado espiritual, se reunirán con esos espíritus, incluidos los de sus muertos amados, ¡cuánto sería el consuelo! Si supieran que los «ángeles de la guarda» existen, en realidad, ¡cuánto más seguros se sentirían! Si supieran que los actos de violencia y de injusticia no pasan desapercibidos, sino que deben ser pagados con la misma moneda en otras vidas, ¡cuánto menor sería el deseo de venganza! Y si de verdad «por el conocimiento nos aproximamos a Dios», ¿de qué sirven las
posesiones materiales y el poder, cuando son un fin en sí y no un medio para ese acercamiento? La codicia y el ansia de poder no tienen ningún valor...