Seguidores

viernes, 30 de agosto de 2013

El dolor.

Si algo me lastima, dejo que me hiera hasta lo más profundo. Dejo que perturbe todos mis sentidos. Dejo que el sentimiento me domine por un momento...  
Porque el dolor es una corriente que jamás se va si le ponen frente una barerra y no se deja que fluya. El dolor jamás se va si no se expresa, si no se saca afuera, si no se arranca de adentro nuestro. 
Es tan importante expresarnos, es tan importante no guardarnos lo que pensamos o sentimos, lo que queremos. Si lo guardamos nos herimos, nos hacemos mal, no nos dejamos ser. A veces lo que por alguna razón no nos animamos a decir, y llego a decir que a sentir, se nos vuelve en contra. Nos golpea fuerte, y no nos permite llorar, gritar, sacar afuera lo malo, desahogarnos por fin de esa angustia que llevamos dentro, esa angustia que nos consume.
No es malo permitirnos aprender del dolor. No existe una persona sin ningun problema en su vida. Una persona que nazca y muera llena de felicidad, sin ninguna vez haber vivido una tristeza, una desepción, un mal momento. Si nos planteamos que de lo malo siempre se saca algo bueno, hay que dejarnos vivir el dolor, tanto como la alegría. Estar tristes, pero al mismo tiempo, saber encontrar la solución, recomponernos, aprender y seguir caminando...

domingo, 11 de agosto de 2013

El tiempo.

"Me gustaría decirte tantas cosas, pero no hubo tiempo..." 
Tiempo siempre hubo, lo que no hubo es conciencia por él. 
El tiempo, si tendría que hablar del tiempo, diría que es eso que pasa cargado de momentos y no nos damos cuenta. Diría que es lo que muchos necesitan cuando sienten que se les acaba y se quedaron con cosas por vivir. Diría que es lo que muchos quieren acortar cuando se trata de atravesar cualquier dolor. Diría que es lo que deberíamos cuidar, es lo que nos debería doler desaprovecharlo.
Cada segundo desaprovechado es un segundo que no vuelve jamás. Es un segundo en el que pudimos sonreír, pero lloramos. Es un segundo que pudimos vivirlo al máximo, pero nos quedamos mirando el reloj esperando a que pase. Es un segundo en el que pudimos haber sido felices, pero lo dejamos pasar. ¿Por qué nadie se lo toma con seriedad? ¿Por qué estamos tan seguros de que vamos a estar aca mucho tiempo? No sabemos lo que el destino nos tiene preparado. La vida es una ruleta rusa, cuando nos toca irnos, nos vamos y nadie va a venir a darte el tiempo que perdiste, el tiempo que pensaste que ibas a tener más adelante. 
Hay veces en la vida, en las que hay momentos que solo podemos vivir una vez, momentos únicos, que si no los aprovechamos, no vuelven más. Si no transformamos un momento en algo lindo, más tarde no esperemos que se repita. Solo es el "aquí y ahora", el presente, esta parte del tiempo donde vivimos AHORA, no antes ni después. Minutos más tarde podríamos no estar. Es bueno saber que vivimos una vida llena de momentos aprovechados. Saber que no desperdiciamos un segundo en nada. Simplemente vivir al máximo, de eso se trata. De poder ver en cada instante, una oportunidad para ser felices. De poder un día mirar atrás, y estar orgullosos, porque aprovechamos el tiempo que teníamos.
Cada persona tiene su tiempo. Hay personas que viven más de 60 años, una vida llena de tiempo, la cual algunos aprovecharon y otros no. Hay personas que viven sólo 1 día, o tan solo unos instantes, personas que no tuvieron la oportunidad de tener más tiempo para ser felices. Por eso es bueno plantearnos el tema del tiempo en nuestra vida, de cómo utilizamos nuestro tiempo.
Hay que darnos cuenta que el tiempo es ahora: El tiempo de vivir, el tiempo de conocer, el tiempo de disfrutar,  el tiempo de aprender, el tiempo de buscar la felicidad en cada paso que demos. No hay que dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, nadie nos garantiza que estemos. Hay que estar precavidos de que la vida se puede terminar en cualquier momento y nosotros nos quedamos pasando las hojas de un libro que ya se cerró, por supuesto, hojas en blanco. Hojas en blanco por haber adelantado tanto, por no haber disfrutado, por habernos quedado pensando en después. 
Tiempo es lo único que tenemos y hay que saber valorarlo. Si hoy estamos acá, es para que vivamos y valoremos nuestra presencia, y tengamos respeto por esa gente que no tuvo tiempo. Hagamos más tiempo del que tenemos, no queramos acortarlo. Ningun problema es tan grabe como para tomar la decisión de terminar con nuestro tiempo e irnos. Vivamos, cada segundo como si fuese el último: Hay que amar sin barreras ni diferencias. Debemos expresar todo lo que sentimos, no quedarnos con nada que hayamos querido decir, eso nos hace sentirnos libres. Hay que tomar conciencia, en cada paso que demos, que al ir creciendo pasamos por millones de momentos que nos llevaron hasta donde estamos; no olvidarnos de la gente que estuvo con nosotros, de los momentos que nos brindaron, eso también es valorar el tiempo. Valorar el tiempo que pasó, el tiempo vivido, tanto como el tiempo presente. El futuro después se verá...